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URUGUAY HARÁ INVERSIONES MILLONARIAS EN HIDRÓGENO VERDE DESTINADO AL SECTOR TRANSPORTE

Entre 2030 y 2050 se plantean tres posibilidades: un escenario conservador, uno medio y otro ambicioso. 

30 November 2021

La descarbonización de los vehículos, en especial de carga pesada y pasajeros, es un punto neurálgico para el plan de hidrógeno en el que trabaja el Gobierno uruguayo, el cual requerirá de grandes cantidades de dinero para satisfacer la producción estimada.

Un estudio desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Ministerio de Industria, Energía y Minería y el Puerto de Róterdam plantea tres escenarios en Uruguay sobre la demanda de hidrógeno verde, donde destacan números millonarios que deberán ser invertidos en el proceso, a partir del cual se alimentará especialmente al sector del transporte pesado en busca de su descarbonización. 

El período comprendido va entre 2030 y 2050 y en estos años se plantean tres posibilidades: un escenario conservador, uno medio y otro ambicioso. 

El primer caso considera un consumo local de hidrógeno bajo y que la mayor parte del hidrógeno producido tendría como destino la exportación; el segundo contempla un uso considerable de hidrógeno a nivel nacional, aunque la exportación superaría al mercado interno; y el tercero espera condiciones para que Uruguay lidere la economía sudamericana, con un alto consumo local, y las exportaciones a Europa y Asia. 

El escenario conservador implicaría duplicar la demanda nacional nominal proyectada para producir 0,4 millones de toneladas por año de hidrógeno verde; el escenario medio triplicaría la demanda de energía e implicaría generar 0,8 millones de toneladas por año de hidrógeno verde; y en el escenario ambicioso la demanda de energía se multiplicaría por más de 8 veces produciéndose 3,0 millones de toneladas por año. 

Dentro del consumo nacional, el hidrógeno verde se presenta como una oportunidad clave para descarbonizar el sector transporte pesado, que representa el 4% de la flota nacional, es responsable del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte carretero y es de los consumos energéticos más difíciles de electrificar. 

Es decir, gran parte de los esfuerzos para la producción del hidrógeno está centrada en mejorar la movilidad en el país, en especial en lo que respecta a camiones de carga y de pasajeros. 

De acuerdo con algunas estimaciones, la demanda potencial de hidrógeno para abastecer a buses de larga distancia o camiones ascendería a 150.000 toneladas por año para 2025. 

Para satisfacer la demanda del transporte, el resto de las necesidades locales y las exportaciones se requiere un gran monto de dinero.

De hecho, para el escenario conservador se requerirían inversiones en el país de un total acumulado de € 5.780 millones al 2050, de los cuales un 30 % deberían ser realizados en esta década, un 25 % en la década de los 30 y el restante 45 % en la de los 40. 

Estas inversiones corresponden a las infraestructuras para la generación de energía renovable, electrolizadores y poliducto con comprensión para hidrógeno. Se deberán sumar inversiones vinculadas al almacenamiento del hidrógeno, la producción y almacenamiento del carrier y los requisitos a nivel portuario. 

Por su parte, para el escenario medio las inversiones requeridas ascenderían a € 12.300 millones al 2050, correspondientes a un 27% a la década del ´20, un 24% en el transcurso de la próxima década y un 49% a la del ´40. 

Finalmente, si se considera el escenario ambicioso, la inversión en el país sería de unos € 45.000 millones al 2050, con un 86 % de este valor concentrado en la década del ´40 Las inversiones en las dos primeras décadas en este escenario coinciden en monto con las previstas para el escenario medio.