Volare, en colaboración con Lume Robotics, ha presentado el primer microbús autónomo de América del Sur. El vehículo, basado en el modelo Volare Attack 8, ha sido diseñado para operar de manera completamente autónoma en circuitos cerrados a baja velocidad. El proyecto, que ha contado con el apoyo financiero de la Fundación de Apoyo a la Investigación y la Innovación de Espíritu Santo, ha sido desarrollado durante dos años en colaboración con empresas nacionales.
El microbús autónomo tiene capacidad para 21 pasajeros y utiliza tecnología programable que permite una operación eficiente, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de contaminantes, además de ofrecer un alto nivel de seguridad y comodidad. El prototipo ha sido equipado con un avanzado sistema robótico que le permite viajar de forma autónoma en situaciones específicas, como los circuitos cerrados de baja velocidad.
El proyecto ha sido considerado un hito tecnológico y una mejora en la seguridad y eficiencia operativa de los sistemas de movilidad. Además, ha posicionado a Brasil como uno de los países que dominan la tecnología autónoma en el hemisferio sur.
El prototipo ha sido sometido a pruebas desde diciembre de 2022, habiendo realizado la primera evaluación en un entorno operativo real en marzo de 2023 en una empresa siderúrgica. El éxito de estas pruebas demuestra el potencial de innovación de la ingeniería nacional y coloca al país en el selecto grupo de naciones que estudian la viabilidad de la tecnología autónoma.
El microbús autónomo puede ser aplicado a otros autobuses de Marcopolo siempre que tengan transmisión automática. Sin embargo, se ha seleccionado el modelo Volare Attack 8 debido a su versatilidad y establecimiento en el mercado. Todo el hardware y software están integrados directamente en el vehículo y no requieren conexión a Internet, lo que garantiza la ciberseguridad del prototipo.
El vehículo está equipado con módulos de control eléctricos y neumáticos, así como con un ordenador de procesamiento de datos y un conjunto de sensores que permiten observar el entorno circundante. Aunque aún se encuentran en una fase de estudio, se realizarán más pruebas e investigaciones para mejorar la experiencia de uso, la seguridad de los pasajeros y la interacción del microbús con el entorno externo. El objetivo es convertir este modelo en una realidad para el mercado en el futuro.